La exfoliación de la piel consiste en un pulido superficial utilizando para ello cremas específicas que contienen abrasivos o costosos tratamientos cosméticos.
Podemos lograr el mismo efecto utilizando productos naturales que proporcionaran salud y belleza a nuestra piel.

Todos sabemos que la piel acumula células muertas y productos tóxicos que provienen tanto del interior del organismo como del exterior debido al polvo y la polución ambiental.
Esto causa la obstrucción de los poros favoreciendo la aparición de espinilas, puntos negros, arrugas prematuras además de presentar un aspecto desprolijo.
Es imprescindible para la belleza de la piel que esta se encuentre limpia y sin obstruciones en los poros, para ello es necesario realizar frecuentemente exfoliaciones o peeling naturales.
* Mascarilla exfoliante con miel y azúcar
Para realizar esta mascarilla exfoliante se necesita una cucharada de miel de abeja y una cucharada de azúcar.
Se forma una pasta de consistencia espesa y áspera que se extiende por toda la piel del rostro y cuello.
Posteriormente se realiza el pulido con movimientos circulares tratando de limpiar la piel, esmerándose especialmente en la zonas más conflictivas como el mentón, los costados de la naríz y la frente.
* Mascarilla exfoliante con miel y harina de maíz
Se coloca en un recipiente una cucharada de miel y una bien colmada de harina de maíz, se mezclan bien y se procede a aplicarla en rostro y cuello para realizar el pulido de la misma forma que se indicó con la mascarilla anterior.
* Mascarilla exfoliante con miel y limón
Para realizar esta mascarilla se utiliza una cucharada de miel, 2 cucharadas al ras de azúcar y se va formando la pasta agregando jugo de limón.

Al igual que las otras mascarillas anteriores se extiende por rostro y cuello, luego se comienza el pulido con las yemas de los dedos.
Esta mascarilla sirve para todo tipo de piel pero es especialmente indicada para acné y pieles grasas.
Recomendaciones
No es conveniente restregar la piel con fuerza, el pulido debe realizarse en forma suave para no irritar la piel.
Las mascarillas exfoliantes se aplican una vez a la semana, en caso de ser necesario pueden aplicarse dos veces dejando pasar al menos 5 días entre una y otra.
Luego de la exfoliación se lava la piel con agua tibia y pueden aplicarse las cremas o mascarillas acostumbradas.