Como consecuencia de la gestación, el cuidado de los hijos pequeños, actividad laboral sedentaria, las tareas domésticas, etc. las piernas de las mujeres sufren numerosos problemas y molestias. Para mantenerlas siempre en forma no debemos permanecer mucho tiempo de pie, usar prendas apretadas, tomar el sol en exceso, comer demasiado o usar calzado estrecho y con tacón superior a 5 cm.

Es recomendable dormir con los pies elevados, aplicar chorros de agua fría sobre músculos y piernas, andar descalzo sobre la arena y con las piernas dentro del agua, caminar o montar en bicicleta y evitar el estreñimiento.

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