¡Cuidado con tu hígado! Estos 6 alimentos pueden hacerle daño
El hígado es un órgano muy importante para la vida y la salud.
Desempeña funciones como filtrar las toxinas de la sangre, sintetizar proteínas y almacenar
muchos de los nutrientes que el cuerpo necesita.
Cuando se lleva un estilo de vida saludable, este tiene la capacidad de funcionar en
perfecto estado todos los días, eliminando del cuerpo muchas sustancias que se van
quedando acumuladas.
No obstante, hoy en día muchos practican hábitos no tan sanos que disminuyen la eficacia
de su trabajo, dando lugar a diferentes enfermedades.
Entre estos nos encontramos con la mala calidad de la alimentación, que es uno de los
factores que más influyen en su deterioro.
Las toxinas, el exceso de azúcares y grasa, así como la acumulación de otros componentes,
están desmejorando la salud hepática de forma significativa.
Como en ocasiones anteriores ya hemos compartido aquellos que favorecen su desintoxicación
y su funcionamiento, en esta ocasión queremos revelar esos 6 alimentos que lo pueden dañar. ¡Descúbrelos!
1. La comida rápida o prefabricada
Este tipo de comidas resultan irresistibles y parecen ser una alternativa rápida para calmar
el hambre cuando no se cuenta con mucho tiempo para comer bien.
El gran problema es que cada uno de sus ingredientes resulta pesado para la digestión
y acaba acumulando grasa en diferentes partes del cuerpo.
Cuando una persona no logra moderar su consumo hay un alto riesgo de sufrir de hígado
graso, una condición que causa graves dificultades para digerir los alimentos y que está
asociada con el sobrepeso y la obesidad.
Los afectados por esta condición están obligados a mejorar su dieta mediante la incorporación
de más porciones de frutas, verduras y cereales integrales.
2. Frituras
Muchas de las frituras que venden en los puestos de comida o que vienen empacadas
como snacks están hechas con aceites de pésima calidad que no son adecuados para el
organismo.
Las grasas saturadas y los compuestos que se producen por las altas temperaturas
sobrecargan de tareas al hígado al generar una acumulación de toxinas y grasa.
3. Alimentos grasos
El cuerpo necesita una pequeña dosis de grasa para funcionar en perfectas condiciones.
El inconveniente es que muchos de los alimentos grasos
son de tipos saturados, es decir, los que no le aportan mayor beneficio a la salud.
Estos contienen grandes niveles de calorías y a menudo están asociados con el aumento
del colesterol y los triglicéridos.
Ambas condiciones afectan de forma directa la salud cardiovascular pero también
deterioran el hígado al sobrecargarlo para tratar de controlarlas.
Es esencial reducir el consumo de:
* Manteca de cerdo.
* Mantequilla.
* Crema de leche.
* Piel de pollo.
* Aderezos cremosos.
* Mayonesa.
4. Alimentos ricos en proteínas
¡Ojo! Proteínas sí, pero en cantidades moderadas.
Este tipo de nutrientes es esencial para la formación de masa muscular y el metabolismo
pero sus excesos pueden resultar contraproducentes.
Algunas personas, en especial los deportistas, ingieren cantidades exageradas de estas,
y a largo plazo desarrollan varios trastornos.
Las dietas que no las moderan tienden a sobrecargar la función hepática porque el hígado
debe trabajar para eliminar todas las toxinas que quedan cuando las proteínas se digieren.
5. Azúcar
El consumo excesivo de azúcar es una causa potencial de enfermedades crónicas como
la diabetes, las patologías cardiovasculares y la obesidad.
La mayoría de personas la adquieren en su presentación común para agregar a las recetas,
pero es primordial tener en cuenta que también está presente en los refrescos comerciales,
dulces y postres.
A nivel hepático este alimento favorece el desarrollo del hígado graso y otras condiciones
graves como la fibrosis.
6. Bebidas alcohólicas
El consumo excesivo de bebidas alcohólicas conlleva a tener mayores probabilidades de
desarrollar trastornos graves de salud como el cáncer, el hígado graso y la cirrosis.
Esta sustancia puede llegar a cada una de las células del cuerpo a través del flujo sanguíneo,
y causar el deterioro de las mismas por culpa de sus toxinas.
El hígado produce una enzima conocida como deshidrogenasa, cuya función es la de
metabolizar el alcohol No obstante, las cantidades excesivas causan inconvenientes en su
producción y disminuye su capacidad de digestión.
Esto a su vez afecta la estructura celular hepática y disminuye su capacidad para disolver
las grasas que se van quedando acumuladas.
Para un hígado saludable y fuerte modera el consumo de los alimentos aquí citados.
Además, procura hacerle una desintoxicación regular con la ayuda de alguna dieta,
batidos o infusiones.